Hacia la primera mitad de los años 1960, Oreste Palella dejó la dirección para dedicarse a la actuación, especializándose en la interpretación de personajes autoritarios y rudos.
Entre los más destacados se encuentra la figura del policía del sur que debe luchar contra la mentalidad retrógrada y confabulatoria de la población.
Sin embargo, la carrera interpretativa de Palella no destacó como la de otros actores, a pesar del considerable trabajo que llevó a cabo, y pese a su participación en algunas películas de éxito, como fue el caso de Sedotta e abbandonata.
Oreste Palella se retiró del cine en 1969.
Falleció en Roma, Italia, ese mismo año.