Ordenanzas de Novoa Salgado
En todo caso, los cultivadores de trigo debían suministrar a los alquilones las herramientas y aperos necesarios para su trabajo.A pesar de que ya había diversas disposiciones regias sobre el particular, Novoa Salgado también se ocupó en sus ordenanzas del número de indígenas disponible para el repartimiento.Del residuo, en atención a los principios de la rotación, había que excluir semanalmente a un 75%, y de la cifra resultante había todavía que restar a los indígenas dedicados al servicio del cura doctrinero de la reducción y a quienes estuviesen laborando voluntariamente para los españoles en un marco jurídico de libre contratación.Los indígenas restantes, que eran muy pocos, conformaban el grupo legalmente destinado al repartimiento para obras públicas y cultivos privados de trigo.Este modelo, además, daba preferencia e impulso a la libre contratación laboral, al convertir a esta en una de las causales que excluían del repartimiento al indígena.