El propio artista definió el oratorio como «un cuerpo humano con los brazos abiertos, como si abrazara a cada uno que entra.» El oratorio, de estilo barroco, tiene una disposición biaxial, determinada por el altar en el eje longitudinal y la entrada en el eje transversal.
La fachada presenta las novedades del estilo austero y riguroso técnicamente de Borromini.
El tímpano, realizado por primera vez con una forma mixtilínea, genera un movimiento curvilíneo y angular.
El edificio fue requisado por el Estado en 1870, y durante treinta años fue sede de juzgados.
Allí se encuentra también el Teatro dell'Orologio, en la Via dei Filippini.