Actualmente, la ideología unionista está relacionada con el estatus político del Norte británico, estando prácticamente extinta en el resto de la isla.
En cualquier caso, las generalizaciones deben ser matizadas dado que un número significativo de individuos no entra dentro de dichas categorías, y la distinción entre nativos católicos irlandeses "puros" y protestantes británicos "puros" no se sostiene teniendo en cuenta la centenaria historia de matrimonios mixtos, asimilación cultural y conversiones religiosas.
El unionismo irlandés está centrado en la identificación con el Reino Unido, pero no necesariamente implica la exclusión de un sentimiento de pertenencia a la tierra irlandesa, o una afinidad específica a Irlanda del Norte (al Úlster, al que pertenecen los condados británicos).
Emergió como una corriente política unificada en oposición al autogobierno otorgado a la provincia por la primera Home Rule Bill de 1886, promovida por el primer ministro británico William Gladstone.
Tanto el unionismo como el nacionalismo irlandés han contenido elementos ideológicos sectarios y excluyentes, aunque ambos hayan atraído a individuos desde fuera de su base religiosa.
El líder unionista y premio Nobel de la Paz David Trimble reconoció que Irlanda del Norte había sido una "fría casa" para los católicos en el pasado.
Junto con el término unionista, las personas que propugnan las ideas referidas son otras veces denominadas lealistas.
El unionismo político cristalizó en las áreas protestantes del Úlster, al norte de Irlanda.
El Acta de 1914 había establecido una partición similar como medida temporal, para un período sin especificar.
Además, el unionismo se vio apoyado, en el período entre la década de 1880 hasta 1914 por numerosos líderes del Partido Conservador británico, especialmente Lord Randolph Churchill y el futuro primer ministro Andrew Bonar Law.
Sir Edward Carson había urgido expresamente al nuevo primer ministro de Irlanda del Norte, Sir James Craig, a asegurar la absoluta igualdad en el tratamiento hacia los católicos, para garantizar la estabilidad del nuevo estatus.
La discriminación, sin embargo, siguió vigente en áreas como la vivienda, el empleo y la representación en los gobiernos locales.
En los años sesenta del siglo XX, las reformas del primer ministro británico, Terence O'Neill, dirigidas a crear una sociedad más equitativa entre unionistas y nacionalistas, dieron como resultado una oposición violenta de la facción unionista dirigida por el ministro protestante radical Ian Paisley.
Tres meses más tarde el Parlamento de Irlanda del Norte y su gobierno fueron suspendidos.
El nuevo partido rápidamente empezó a ganar apoyos procedentes del UUP, y desde 1975 obtuvo al menos el 10% de los votos en cada elección.
EL secretario de Estado Jim Prior hizo otro intento descentralizador presentando un plan para ello entre 1982 y 1986, pero fue boicoteado, en este caso por los nacionalistas.
El UUP apoyó el acuerdo, al que se opuso el DUP y otros partidos pequeños.