Destaca el entorno del río Selmo, un río caudaloso y con gran fuerza en sus aguas, hecho que motivó que antiguamente sus aguas fuesen utilizadas para el trabajo de ferrerías en su cauce.Asimismo, la montuosidad del término, cobijado entre la Peña do Seo y la Sierra de la Encina de la Lastra, ofrece un bello paisaje natural con bosques de abedules, hayas, robles o castaños, así como una fauna en la que pueden encontrarse lobos, zorros, nutrias, tejones o corzos.[9] No obstante, al fallecer este en 1483 estalló un conflicto sucesorio que los Reyes Católicos solventaron en 1486 con la creación del marquesado de Villafranca, pasando Oencia a depender del marquesado villafranquino.[13] Un año después, en 1834, cuando se realizó en España la primera división en partidos judiciales, el municipio de Oencia quedó encuadrado en el partido judicial de Villafranca del Bierzo,[14] si bien al suprimirse este en 1966 pasó a depender del partido judicial de Ponferrada.A mediados del siglo XX, durante la Segunda Guerra Mundial el municipio tuvo su particular fiebre del oro con el wolframio, mineral especialmente codicionado en esa época debido a su idoneidad para la construcción de material pesado de armamento militar.