Su actividad científica se centra en la actualidad en el estudio de asteroides y cometas.
Es el cuarto observatorio más antiguo del mundo que sigue en activo.
Sin embargo, pronto se vio que los nuevos observatorios eran obsoletos casi desde el momento de su inauguración.
La Academia propuso el proyecto a la Diputación de Barcelona, que lo rechazó.
En el aspecto meteorológico comenzó las observaciones meteorológicas diarias en octubre de 1913, en una serie ininterrumpida hasta la actualidad, incluso durante la Guerra Civil (hasta 1981 se hacía una observación diaria a las 8 de la mañana, en 1982 se pasó a 3 y finalmente a 4 observaciones diarias).