Diego Rivera es una obra ilustrada escrita por el filósofo mexicano Samuel Ramos publicada inicialmente en 1935.
La obra de Rivera fue recibida por la crítica con mucha hostilidad, pero siempre se destacó por nunca ser ignorada.
Diego Rivera guarda un interés para la historia del arte contemporáneo en México.
Se declara como un texto clásico para el testimonio de la cultura artística mexicana.
Por ejemplo, en Ecuador, existió la llamada "Escuela Quiteña" que data de la colonia, pero no se dedicó a mostrar su identidad nacional.
Pettoruti, cubista, marcó una generación de pintores muy hábiles en la técnica, pero ninguno reunió una obra encaminada hacia la identidad original americana.
La pintura indígena de Rivera se presenta simplificado y depurado,[4] esto dicho por Ramos en cuanto a que no presenta ninguna exageración o deficiencia ni en las figuras ni en el ambiente, sino que se plasma con nítida perfección, con honestidad; existe una moderación técnica que no incurre en el desequilibrio estético, las formas de los cuerpos adquieren un convencionalismo para adaptarse al límite de la obra como elemento decorativo.