[4] Durante varios meses la aldeana de Embrun Benita hacia pastorear a su rebaño cerca del lugar en donde por última vez vio a «Bella Señora».
di Falco recordó que éstas son las primeras apariciones marianas reconocidas oficialmente en el siglo XXI por el Vaticano y la Iglesia de Francia, en los Altos Alpes.
Hacia las ocho de la noche, Benita se despide de los que la rodean y, luego, tras besar un crucifijo y con la vista mirando al cielo, fallece en paz.
Cuando San Pedro Julián tenía once años hizo una peregrinación de sesenta kilómetros a pie para rezar durante nueve días en el santuario mientras se preparaba para su Primera Comunión.
Más tarde escribió: "Ahí es donde conocí y amé a María por primera vez".