Norman Horowitz

Estos experimentos fueron llevados a cabo por las sondas del programa Viking en 1976; la primera misión estadounidense en aterrizar exitosamente en una superficie inexplorada de Marte.

Charlene Anderson, ex directora asociada de la Planetary Society,[4]​ menciona: "En discusiones personales, él podía ser particularmente vociferante sobre el tema de la exploración humana y robótica.

Su descubrimiento ayudó a cimentar la hipótesis de un-gen-una-enzima, propuesta por George Beadle y Edward Tatum.

Horowitz propuso que las formas de vida más tempranas se reprodujeron al utilizar moléculas orgánicas no biológicas disponibles en el ambiente.

Cuando esta molécula precursora se agotó eventualmente, mutaciones posteriores permitieron la conversión de otro sustrato disponible (un pre-precursor) para la síntesis del precursor original y posteriormente, la molécula original.

[9]​ El Dr. George Beadle, ganador del premio Nobel de medicina en 1958, dio crédito a Horowitz por su trabajo sobre las reacciones biológicas.

[2]​ Además, las muestras de suelo analizados por el programa Viking no detectaron huellas bioquímicas en forma de compuestos orgánicos esperados si alguna vez hubiera existido vida como la conocemos.