Noemí Esther Gianetti de Molfino

[3]​[4]​ Vivieron sucesivamente en Paraguay, donde José fue agregado cultural de la Embajada Argentina en Asunción, en Buenos Aires y finalmente en el Chaco.

Sus hijos sabían tocar un instrumento cada uno y los viernes fue decretado “día familiar”.

Pasaban las horas divirtiéndose, haciendo teatro y disfrutando de ese amor que los unía, hasta que la prematura muerte del padre, a los 39 años, trajo una difícil situación.

[5]​ Narrador, cuentista, periodista, es un multifacético escritor con una historia para contar.

Colaboró con la organización Montoneros y denunció en el exterior la masiva violación de los derechos humanos que se estaba perpetrando en la Argentina.

Ignoraban que los esperaba en Lima una patota de militares argentinos, quienes contaban con el cobijo de las fuerzas armadas peruanas, en el marco del Plan Cóndor.

[8]​ Fue trasladada a un centro de esparcimiento en Lima perteneciente al ejército peruano.

Se presume que sus secuestradores le ofrecieron liberarla si aceptaba un pasaje para viajar a Europa y un pasaporte falso.

Durante este periodo, Rodolfo Eduardo Almirón persiguió y mató ilegalmente a más de 1000 personas: políticos, sindicalistas, periodistas, sacerdotes, intelectuales, artistas, diplomáticos, estudiantes y militantes, entre ellas a Noemí.