Nicetas (y posiblemente también su hermano) se aliaron al eunuco Aecio con el fin de frenar la influencia del Primer ministro de Irene, Estauracio.
Los dos se presentaron ante la emperatriz y lo acusaron de conspirar para tomar el trono.
Las dos fuerzas continuaron en un punto muerto hasta febrero del 800, cuando a Estauracio se le prohibió tener contacto con los militares, mientras que Aecio fue ascendido al puesto de strategos del Thema Anatólico.
No obstante de que Estauracio cayó enfermo poco después, sus partidarios lanzaron una rebelión en su nombre en Capadocia.
Los cronistas imperiales informaron del rumor de que fue envenenado por orden del mismo Nicéforo, pero dada la relación cercana y continua de Nicéforo con Sisinio, esto sería poco probable.