[4] Plotino, un egipcio helenizado, estableció una academia de filosofía en Roma, en la que enseñó durante veinticinco años.[6] En la esfera cultural islámica, los textos neoplatónicos estaban disponibles en traducciones al árabe y al persa, y filósofos notables como al-Farabi, Solomon ibn Gabirol (Avicebrón), Avicena (Ibn Sina) o Maimónides incorporaron elementos neoplatónicos a su propio pensamiento.Como alumno del filósofo Amonio Saccas, Plotino utilizó el conocimiento de su maestro y sus predecesores para inspirar a la siguiente generación.[13] Aunque no está claro exactamente cuándo los académicos comenzaron a disociar la filosofía del Platón histórico de la filosofía de sus intérpretes neoplatónicos, claramente habían comenzado a hacerlo al menos desde la primera década del siglo XIX.Después, la Inteligencia engendra el Alma como idea, principio del movimiento y de la materia.Como principio y última realidad, esta absoluta trascendencia hace que no existan términos para referirse a ella.Plotino afirma que es posible observar el nous simplemente aplicando la mente en dirección opuesta a los sentidos.Para adquirir la gnosis (conocimiento), el ser engendrado se esfuerza por ascender hacia la perfección de que emana.Plotino estaba convencido de haber llegado, dos o tres veces en su vida, a esta unión íntima con la más alta hipóstasis.Las partes teóricas tienen que ver con el alto origen del alma humana, mostrando cómo se ha alejado de su primer estado.Las partes prácticas muestran la forma en que el alma puede de nuevo regresar a lo Eterno y Supremo.No obstante, en el mundo fenoménico real, la unidad y la armonía son reemplazados por las disputas o la discordia.Lo comparaban con la oscuridad, que no existe en sí misma sino solo como la ausencia de luz.Los neoplatonistas creían que la perfección humana y la felicidad eran alcanzables en este mundo, sin esperar a la vida después de la muerte.La perfección y la felicidad, vistas como sinónimas, podían lograrse a través de la contemplación filosófica.[25] En sus comienzos como una secta del judaísmo, el cristianismo no había desarrollado aún una perspectiva filosófica.[26] Los primeros escritores cristianos, notablemente san Pablo, mostraron una marcada hostilidad hacia la filosofía, que interpretaban como sabiduría pagana.Pablo, por ejemplo, contrastaba la filosofía griega como una tontería arrogante comparada con la sabiduría y verdad de Jesús.Incluso san Pablo se refiere a Cristo como sabiduría, usando la palabra griega sophia en 1 Corintios 1, 24.[26] Los cristianos primitivos luchaban por definir sus nuevas intuiciones en términos de los sistemas e ideas filosóficas disponibles en su tiempo.Para Justino, el logos que corre en todas las cosas debe identificarse con Jesús, Hijo de Dios.Debido a su origen, pues eran considerados más o menos tan antiguos y auténticos como los evangelios mismos, tuvieron una influencia extraordinaria en los filósofos cristianos desde Juan Escoto Erígena en el siglo IX, hasta santo Tomás de Aquino y Roberto Grosseteste (los dos escribieron comentarios sobre Dionisio), así como en místicos medievales posteriores como Meister Eckhart y Nicolás de Cusa, cuyas perspectivas seguían siendo de inspiración neoplatónica.Los dos eran movimientos ascéticos y también compartían un cierto desdén, o al menos una devaluación, hacia el mundo físico.La salvación (theōsis para los cristianos griegos; deifi catio for para los latinos, literalmente divinización) era concebida como la unidad con Dios.Para Juan Escoto Erígena, siguiendo la tradición cristiana griega, esta deificación es raraː la mayoría de seres regresan a Dios pero solo unos pocos (san Pablo, Juan el evangelista, Moisés) son llevados al tercer cielo y realmente se hacen uno con Dios.(Las Retractaciones, 1.1.4)[36] El neoplatonismo también tenía una tendencia a minimizar la importancia del orden temporal y Agustín, quien había llegado a la conclusión de que parte del mensaje del cristianismo era la idea de historia como un progreso hacia lo divino, reconoció que una filosofía cristiana genuina debía ver al tiempo y a la historia como reales y jugando un papel crucial en el plan divino de salvación para los seres humanos.[18] Otros dos textos no cristianos, Las Tres Estelas de Set y el Marsanes, tienen fuertes parecidos doctrinales a estos.Renacimiento significa "volver a nacer", entendido como la recuperación de la Antigüedad clásica, es decir, griega y romana.Sin embargo, este proceso se dio desde distintos ámbitos, como el arte, la filosofía, la política y la literatura.Las figuras más destacadas de la Academia platónica florentina fundada entonces fueron Marsilio Ficino y su discípulo Giovanni Pico della Mirandola (el Princeps Concordiae más ecléctico, pues, reaccionando contra el humanismo extremo, defendía la mejor tradición de los comentaristas aristotélicos medievales, como Avicena y Averroes —carta a Ermolao Barbaro, 1485—).