Nelson Rodríguez Zurbarán

Fue el editor de directores renombrados del cine cubano como: Tomas Gutiérrez Alea y Humberto Solás, Julio García Espinosa, Juan Carlos Tabío, Manuel Octavio Gómez, Santiago Álvarez, Orlando Rojas, entre otros.

UU.)[nota 1]​[3]​ por sus logros cinematográficos así como a toda su carrera profesional por más de cinco décadas.

[6]​ Nelson y Daisy han sido los únicos representantes del cine cubano incluidos hasta el 2020 en este proyecto.

La familia de Nelson no tenía dinero para costear el curso, pero La Universidad convocó un concurso para otorgar diez becas que ofrecía la compañía Fox a las mejores críticas presentadas sobre la película: Carmen Jones de Otto Preminger, Nelson se presentó, en aquel entonces tenía quince años y fue uno de los seleccionados para formar parte del curso.

La primera película presentada por el club fue en el cine Apolo con una película de Rita Hayworth en colores y posteriormente la película: Umberto D. La notoriedad del Club le permitió a Nelson conocer a otras figuras que luego serían de renombre en el cine cubano como: Julio García Espinosa, Tomás Gutierrez Alea, Alfredo Guevara, además de figuras de la cultura cubana como el músico: Leo Brouwer y Jesús Ortega Irusta.

En ese momento Nelson se encontraba estudiando Ciencias Comerciales a la edad de diecinueve años.

A su entrada en el ICAIC, en su entrevista con Santiago Álvarez Román, por entonces director de los Noticieros del ICAIC, le sugirió, dado su perfil por los estudios que llevaba a cabo, enfocarse más en la Producción cinematográfica comenzando sus primeros trabajos como asistente de producción.

Fue en este breve periodo en donde participó en la producción del documental: Y me hice maestro (1961) rodado en la Sierra Maestra (Cuba) con Jorge Fraga, que tuvo acceso por primera vez a un cuarto de edición y ver como se le daba coherencia a la historia con la moviola, dándole sentido a las imágenes del documental.

[9]​ Se considera a sí mismo un editor basado en la intuición, la cual entiende fue adquirida por ser un gran cinéfilo desde edades tempranas.

[10]​ Cabe destacar que por una cuestión burocrática en el ICAIC, para poder tener determinados títulos oficiales, como el de editor, se exigía tener un título universitario, que Nelson no tenía, de ahí que ya cuando era un editor consolidado ya que tenía en su haber películas importantes como: Lucía o Memorias del subdesarrollo, se graduó de Historia del Arte, para poder ser reconocido formalmente como editor del ICAIC.

[8]​ Esta escena tenía deficiencias de iluminación y Titón tenía la intención de rehacerla, en cambio Nelson propuso llevar cortes para resolver las deficiencias que fueron aceptados por el director finalmente.

[6]​ El guion original se consideraba de hierro (un guion con indicaciones tan precisas que no deja margen a la improvisación de actores y técnicos), no obstante al quedar montado el filme se detectó que el personaje de Noemí rompía la línea estilística del filme, desbalanceando toda la historia, ya que aparecía y desaparecía.

Nelson considera[9]​ Memorias del subdesarrollo la mejor película de Titón conjuntamente con La última cena.

La contribución más importante en la película por Nelson fue en la primera parte: Lucía 1895 en especial en la secuencia de la mujer loca, La Fernandina.

Afirma Nelson en su libro que en esta primera parte se ve la influencia de Luchino Visconti en donde la protagonista es un poco la Livia Serpieri en versión cubana.

La película tuvo un gran éxito por parte de la crítica y el público en Cuba.

Se debería armar la película completa y luego dividirla en seis capítulos para la televisión.

Nelson simultáneo esta labor formativa en la EICTV con talleres en numeroso países como: México, Panamá, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile y España.

[3]​ Nelson desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en Cuba, bajo el ICAIC.

Fue pareja sentimental del director de cine Humberto Solás con quien realizó trece películas.

Posteriormente comenzó su segunda relación sentimental con Marcelino Pérez Hernández, con quien vivió hasta su muerte.

Nelson impartiendo clases de edición
Nelson impartiendo clases de edición
Nelson Rodríguez Zurbarán y Marcelino Pérez Hernández en Coral Gables
Nelson Rodríguez Zurbarán y Marcelino Pérez Hernández en Coral Gables