Negociaciones de Vikzhel

Tras la toma del poder por los bolcheviques durante la Revolución de Octubre, sus opositores políticos socialistas recurrieron a las armas.

Petrogrado se encontraba amenazada por las fuerzas reunidas por Kérenski y Moscú estaba aún en disputa.

Semanas después, sin embargo, los socialistas revolucionarios de izquierda, escindidos ya del PSR, entraron en el Gobierno.

[3]​ Ni siquiera el ala izquierda socialista revolucionaria, que había permanecido en el Segundo Congreso Panruso de los Sóviets tras la retirada[2]​ del resto de partidos, estaba dispuesta a ingresar en el Gobierno si no había acuerdo entre aquellos socialistas que respaldaban la Revolución de Octubre y los que la rechazaban.

[9]​ En Petrogrado, Stankévich se quedó solo en la defensa del anterior gabinete, mientras que en Moscú los ferroviarios impusieron al partido la aceptación de un nuevo Gobierno exclusivamente socialista.

[4]​[18]​ En la última sesión del II Congreso celebrada ese mismo día,[17]​ su representante había expresado su oposición a la toma del poder por un único partido, el Bolchevique, y había reclamado la formación de una coalición de todos los partidos socialistas.

[19]​ Tres días más tarde, comenzaron los enfrentamientos entre partidarios y opositores del nuevo Gobierno en Moscú, al comienzo desfavorables a los primeros.

[21]​ Las partes habían aceptado así la exigencia del sindicato de negociar,[3]​[19]​ pero Vikzhel no consiguió que se proclamase también un alto el fuego.

[28]​ En la sesión plenaria del Comité Ejecutivo Central Panruso (CEC o VTsIK) el mismo día 29 de octubrejul./ 11 de noviembregreg., Kámenev se mostró dispuesto a aceptar la exclusión[7]​ de Lenin y Trotski que exigían los demás partidos socialistas moderados y a contemplar un Gobierno en el que su partido no ostentase la mayoría.

[23]​ A pesar del tono belicoso de Gendelman, ese mismo día había fracasado el levantamiento en Petrogrado alentado por su partido.

[23]​ Mártov deseaba encauzar la Revolución de Octubre y evitar que un enfrentamiento entre socialistas facilitase la contrarrevolución.

[31]​ Deseoso de que no fracasasen las negociaciones, se mostró inicialmente singularmente conciliador con los bolcheviques en la primera sesión.

[29]​ Dan, también en representación de los mencheviques, indicó que su partido solo participaría en el nuevo gabinete si ingresaban también los socialrevolucionarios.

fue corta: los delegados escucharon el informe sobre las negociaciones con Kérenski y convocaron una nueva reunión para la noche.

[34]​ En la sesión nocturna, el nuevo representante socialrevolucionario, Rakítnikov, más a la izquierda que Gendelman, admitió la participación de ministros bolcheviques en el nuevo Gobierno, no como representantes del partido, sino a título personal pero vetó la inclusión[8]​[30]​ de Lenin o Trotski.

[28]​ La mayoría de los delegados aprobó la creación del nuevo organismo propuesto por mencheviques y socialrevolucionarios.

[39]​ Su posición respecto a qué Gobierno debía sustituir al Sovnarkom, empero, no era clara: mientras unos abogaban por el regreso de Kérenski, otros preferían una nueva coalición que no encabezase este, y otros incluso estaban dispuestos a pactar con los bolcheviques si estos excluían a Lenin y Trotski del futuro Gobierno.

[39]​ Este organismo sería el encargado de elegir al nuevo Gobierno que, sin embargo, se decidió[32]​ ya en las conversaciones.

[40]​ Rabochi i soldat indicó que se había logrado un acuerdo entre los partidos con representación en los consejos.

[40]​ Convencido de que la revolución en Rusia se extendería pronto por el resto de Europa, sostenía que las concesiones a los socialistas moderados les devolvería el poder gubernamental perdido y frustraría la revolución mundial.

[41]​[30]​[45]​ Aunque los moderados se mostraron dispuestos a continuar las negociaciones y tratar de modificar el acuerdo alcanzado,[51]​ Lenin indicó que las conversaciones solo debían continuar como estratagema para facilitar las operaciones militares contra Kérenski,[52]​[47]​[53]​[24]​[54]​ ya que estaba convencido de que los otros partidos socialistas no aceptarían a los sóviets como base del gobierno nacional.

[53]​ Por su parte, Trotski indicó que un acuerdo con los mencheviques solo serviría para complicar las actividades gubernamentales de los bolcheviques.

[44]​ Intransigentes en las sesiones, apenas habían decidido conceder a los bolcheviques una parte del poder político que estos ya disfrutaban completamente.

[52]​ El día anterior, apenas habían logrado aprobar una resolución para continuar negociando con los bolcheviques por doce votos frente a once.

[61]​ El comité central menchevique respondió al día siguiente a las condiciones bolcheviques con otras propias.

[64]​ El acuerdo en el VTsIK supuso un grave revés para la posición de Lenin ya que la moción aprobada incluía las principales reivindicaciones bolcheviques a cambio de conceder cincuenta escaños a las dumas.

[64]​ Lenin, furioso, por considerar que la actuación por parte de una minoría contra una moción aprobada infringía la disciplina del partido,[57]​[66]​ reaccionó entrevistando por separado a todos los miembros del comité central y proponiendo su firma de un ultimátum[48]​[57]​ dirigido a los moderados.

[33]​ Esta maniobra debía reforzar su posición en el comité central y disipar las dudas de estar cediendo ante Lenin.

[79]​[65]​[80]​[48]​ Kámenev abandonó la presidencia del VTsIK, que pasó a manos de Sverdlov.

[83]​ La posición leninista había ido ganando fuerza durante los últimos días entre el proletariado de la capital.

Tropas favorables a los bolcheviques durante la Revolución de Octubre . A pesar del rechazo de esta por parte del grueso de los mencheviques y socialistas revolucionarios , importantes sectores de los tres partidos socialistas esperaban aún la formación de un Gobierno socialista de coalición.
Ferroviarios rusos. El comité ejecutivo de su sindicato, Vikzhel, forzó a partidarios y opositores de la Revolución de Octubre a negociar parar formar un Gobierno de coalición socialista mediante la amenaza de paralización del tráfico férreo en el país, fundamental para el abastecimiento de las ciudades y para las maniobras militares entre los dos bandos.
Kérenski , presidente del depuesto Gobierno provisional , trató en vano de retomar Petrogrado y rechazó tratar con los bolcheviques mientras las operaciones militares le fueron favorables.
Mártov , dirigente menchevique, comenzó a retomar el control del partido, pero no logró un apoyo decidido de su formación a las negociaciones y tuvo que enfrentarse a una notable fracción defensista , totalmente contraria a un acuerdo con los bolcheviques.