David Riazánov

[2]​ Riazanov asistió a la escuela secundaria en Odesa, pero fue expulsado en 1886, no por actividad revolucionaria o insubordinación, sino por "incapacidad desesperada".[1]​ Riazánov viajó al extranjero en 1889 y 1891 donde conoció a varios marxistas rusos que estaban construyendo allí sus organizaciones revolucionarias.[3]​ Riazánov pasó 15 meses en prisión en espera de juicio, en el que fue declarado culpable y sentenciado a cuatro años más de katorga (exilio y trabajos forzados).[4]​ En 1903, Riazánov se convirtió en el primer escritor en introducir el concepto de revolución permanente en la literatura política del marxismo ruso cuando publicó tres estudios en Ginebra bajo el título Materiales sobre el programa del Partido de los Trabajadores.[5]​ Riazánov argumentó, en oposición a las opiniones de Gueorgui Plejánov, que el surgimiento del capitalismo en Rusia representó una desviación fundamental del patrón visto en otras partes de Europa.[2]​ Mientras estuvo en Londres, Riazanov leyó extensamente los archivos del New York Tribune y otros periódicos, recopilando material escrito por Karl Marx y Frederich Engels para la prensa escrita.[4]​ Durante la guerra, Riazánov vivió en París, donde fue colaborador frecuente de los periódicos socialistas en ruso Golos (La Voz) y Nashe Slovo (Nuestra Palabra).Allí participó activamente en el creciente movimiento sindical, ayudando a formar el Sindicato Ferroviario Ruso.[10]​ Junto con el resto del Mezhraiontsy, Riazánov se unió al Partido Bolchevique encabezado por V.I.[11]​ Trabajando con el líder sindical comunista Mijaíl Tomski, Riazánov también fue autor de una resolución en la que pedía que los salarios se pagaran con productos físicos en lugar de la moneda devaluada del momento, una acción que puso al dúo en desacuerdo con Lenin, Stalin y el Comité Central del PCR (b).[11]​ El escritor francés radical Boris Souvarine alabó más tarde la actividad de Riazánov en este período como la de "un marxista consciente, un comunista democrático, en otras palabras, opuesto a cualquier dictadura sobre el proletariado".[14]​ Riazanov también editó las obras de otros autores como Diderot, Feuerbach y Hegel.Sus primeras acciones fueron dirigidas a desarrollar y formar las colecciones, consiguiendo por todos los medios posibles no sólo libros sobre el comunismo y el anarquismo, sino también ejemplares escasos y libros raros, muchos de los cuales tuvo que buscarlos en el extranjero debido a que la censura del régimen zarista había dejado en Rusia un legado de importante penuria cultural.[16]​ En esa época, la biblioteca del Instituto Marx-Engels es visitada por intelectuales de distintas nacionalidades e ideologías: Sidney Hook, Karl Kautsky, Clara Zetkin, Béla Kun, Émile Vandervelde, Albert Thomas, Charles Rappoport, Henri Barbusse, Máximo Gorki, entre otros muchos.[19]​ Este testimonio coaccionado de Rubin se utilizó para construir un caso contra su antiguo empleador, David Riazánov.