En ética ambiental, se conoce como naturocentrismo a la consideración moral de aquellas entidades cuya existencia se ha dado por causas naturales.
Estas posiciones sostienen que son moralmente considerables debido a la manera en la que han llegado a ser lo que son.
Estas perspectivas dan un valor especial a la conservación intacta de los parajes salvajes, por encontrarse en estado salvaje, es decir, por no haber sido causados por los seres humanos.
Según una posición de este tipo, la restauración de ecosistemas previamente destruidos no restituiría ningún valor, ya que tales ecosistemas habrían perdido ya su valor y serían restaurados por el ser humano.
Como a otros puntos de vista de la ética ambiental por ejemplo, el caso del biocentrismo, se pueden hacer numerosas críticas y objeciones al naturocentrismo: