NK-33 posee las más altas prestaciones de cualquier motor cohete alimentado por LOX / RP-1 jamás creado.
Cuenta con una tobera más larga, optimizada para un funcionamiento a gran altitud, donde la presión del aire ambiente es baja o nula.
Los soviéticos no obstante perfeccionado la metalurgia detrás de este método.
La tobera estaba construida de metal ondulado, con soldadura fuerte en el revestimiento exterior y el interior, dándole una estructura sencilla, ligera pero resistente.
Después de cuatro lanzamientos fallidos consecutivos y ningún éxito, el proyecto se canceló.
Mientras que otros aspectos del vehículo estaban siendo modificados o rediseñados, Kuznetsov mejoró sus contribuciones con los motores NK-33 y NK-43.
UU. y las especificaciones precisas del motor se demostró en un banco de pruebas.
El diseño más simple y el uso de motores excedentes podría reducir el coste.
Confiando en utilizar este mejorado AJ-26 en la próxima generación del sistema de lanzamiento espacial ("Space Launch System").