Aun así, las bulldog ejemplifican la anatomía y el comportamiento que, según los expertos, debió de tener la antepasada ancestral de todas las hormigas: cuerpo grande con patas largas, ojos grandes, visión aguda, aguijón venenoso y hábitos relativamente solitarios.
Las hormigas bulldog pueden detectar un intruso a dos metros de distancia y atacarlo.
[14] Suelen hacer hormigueros grandes y conspicuos decorados con rocas pequeñas y/o plantas.
Consisten en varias galerías cada una con su propio agujero de entrada, conectadas mediante pasajes.
Sus colonias varían desde unos pocos cientos de ejemplares hasta varios miles.