Museo del Cerrato Castellano

Está instalado en dos edificios, el palacio-hospital de Santo Tomás y el antiguo Colegio La Milagrosa, que conforman un espacio museísticos unitario.

Se accede a través del edificio modernista de ladrillo, ubicado en la calle La Virgen.

Hay documentos algo confusos en el archivo de la catedral palentina según los cuales doña Plácida Solórzano en 1898 mandó hacer un edificio y nombró patrono al obispo.

A continuación del friso se encuentra una cornisa quebrada formada por varias molduras estriadas, con dados y puntas de diamante.

En su parte central se abre un remate con frontón semicircular y gran escudo coronado sostenido por leones.

El resto de la fachada se organiza en el primer tramo con una portada simple, pero con dintel arquitrabado.En el piso superior se abren tres ventanales enmarcados con pilastras lisas que continúan hasta la cornisa y están decoradas en su parte superior con colgaduras vegetales.

Estos ventanales llevan balcones, los dos laterales son semicirculares con barrotes cilíndricos que se apoyan sobre una concha invertida de piedra.

En su interior alberga un espectacular patio barroco porticado, en el que se celebra anualmente el Concierto de Año Nuevo.

La fachada está compuesta por tres partes bien diferenciadas, ya que su construcción se realizó en diferentes años, aunque guardan la misma estética modernista.

[8]​ En el año 2019, el museo se suma al colectivo de espacios Dog Friendly, en los que los perros pueden acceder junto con sus dueños.

Se puede ver cómo son las bodegas por dentro, cómo eran las antiguas cuevas en las que vivía gente, los chozos, los palomares o los colmenares -antaño en el Cerrato llegó a haber más de 2000 casas de abejas.

Fachada del edificio barroco
Fachada del edificio modernista
Museo desde la Plaza del Arrabal
Anfiteatro del museo.