Este separación hace posible que sea abierto al público, a diferencia del museo de la CIA, que pese a ser inaugurado con anterioridad, su ubicación en plena sede central de dicha organización imposibilita su acceso al público.[1] La entrada al museo es gratuita, aceptando donaciones de los visitantes a la Fundación NCM.También se organizan visitas guiadas para jóvenes, en las que se destaca la importancia de la criptología en el curso de la historia de Estados Unidos y se señalan las oportunidades profesionales en este campo.[7] Más allá de las exhibiciones dedicadas a piezas y equipos usados para la codificación (cifrado), descodificación (descifrado) y protección de mensajes e información clasificada, el museo dedica una parte importante a individuos y grupos que han contribuido de forma significativa a la historia del SIGINT estadounidense, desde el propio George Washington –quien incorporó tácticas de inteligencia miliar al Ejército Continental, incluidos los mensajes codificados–, a los code talkers –voluntarios nativos americanos que durante ambas guerras mundiales codificaban los mensajes aliados mediante el uso de lenguas indígenas– o las mujeres voluntarias de la Armada de Estados Unidos (WAVES), quienes operaban los bombes, descifrando las comunicaciones interceptadas a los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial (en concordancia con sus homólogas de la Marina Real británica – las WRENS).En 2010 la biblioteca recibió un apoyo importante –prácticamente doblando su tamaño– tras la donación de una extensa colección de documentos, libros y artefactos por parte del historiador y escritor experto en criptología e inteligencia militar, David Kahn.