La tecnología espacial tiene múltiples usos: desde los muy específicos y relacionados con campos de investigación muy especializados hasta aquellos que se perciben en la vida cotidiana, como revisar el pronóstico meteorológico, ver televisión por la antena parabólica o utilizar un dispositivo GPS.
La tecnología espacial comenzó en 1957, cuando los soviéticos pusieron en órbita el Sputnik 1, el cual sería su primer satélite artificial.
El segundo lanzamiento se realizó 4 meses después, teniendo un mejor diseño que incluía un paracaídas para facilitar el descenso.
Se pretendía hacer uso de estos cohetes para realizar estudios sobre las radiaciones a grandes alturas.
Inicialmente éstas tecnologías fueron consideradas tecnología espacial, especialmente durante la Guerra Fría y la subsiguiente carrera espacial, pero la amplia utilización actual y la cantidad de aplicaciones creadas, especialmente desde el desarrollo de los ordenadores, hacen que sea difícil considerarlas como tal.