La principal diferencia de los murales de estilo románico, de los que son herederos éstos del gótico, es que en el período románico su finalidad era religiosa, y en el período gótico, su finalidad será también política, es decir, con usos civiles diferentes a los religiosos.
Los motivos religiosos continúan durante toda la Edad Media, pero con cada vez menos importancia, al ser sustituidos a partir del siglo XIV por retablos de madera pintados al óleo o con mezclas de temple y óleo.
Además, la datación iconográfica y paleográfica le otorgan una cronología de mediados del siglo XV, momento en que se hallan documentadas las Casas Comunes de Alcañiz.
Técnicamente, su calidad se demuestra por la utilización de tan sólo tres colores, rojo, blanco y oro, que le han permitido al autor o autores realizar los retratos citados, hasta el punto de que nos ha sido posible identificarlos.
ISSN 0210-3524 Juan José Barragán, Alfambra en la Edad Media y Moderna: una visión de su historia y su arte a través del conjunto mural de la ermita de Santa Ana, Muñoz Moya Editores, Sarrión, 2015, ISBN 9788480102643