[3]Los sedimentos depositados posteriormente han sido desmantelados por la erosión fluvial, quedando únicamente restos de calizas en algunos cerros.
El topónimo árabe coincide con el nombre que le dieron los francos en el siglo IX como Villa Rubea, traducción del anterior.
Además de por este valle, el relieve del municipio es irregular, con numerosas ramblas y barrancos.
Reconquistada por Alfonso II el Casto en 1169, la localidad fue luego cedida en 1174 a la Orden de Monte Gaudio, cuya fundación era reciente en Jerusalén, si bien tuvo su primera sede en Alfambra.
La economía de Alfambra se basaba fundamentalmente en la agricultura y en la ganadería, existiendo cuatro acequias muy antiguas, ya mencionadas en el Fuero.
La propiedad comunal debió de ser importante para la prosperidad ganadera; aún hoy, los «Montes Blancos» se reparten en lotes entre los vecinos del municipio.
[3] A mediados del siglo XIX, la villa tenía contabilizada una población de.
Las tropas de Franco consiguieron cerrar la «bolsa del Alfambra», dejando en una situación sumamente complicada al XIII Cuerpo del Ejército Republicano, que intentaba conservar sus posiciones en sierra Palomera y Alfambra.
Mucho más moderna es la escultura del Sagrado Corazón de Jesús, inaugurada en 1956.
[18] Una segunda ermita, la de San Juan Bautista, es una construcción barroca del siglo XVIII.
Realizada en mampostería y sillería, se encuentra a un km aproximadamente del casco urbano.
Por último, el río Alfambra, que discurre a escasos metros del casco urbano, constituye el principal recurso ambiental de la localidad.