Posteriormente ha venido siendo habitual que ambas novelas se publiquen como una sola bajo el título de la primera.
La obra fue dirigida por la actriz Jessie Bonstelle y obtuvo un gran éxito que se prolongó durante años, llegando a ser representada en Londres.
Por tal motivo, las productoras tendían a realizar adaptaciones de obras literarias clásicas para intentar obtener prestigio.
En este caso, cuando Brady y la Famous Players-Lasky Corporation decidieron llevar a la pantalla la obra teatral en una película carente de grandes estrellas, el reclamo era la propia Louisa May Alcott.
Se filmaron exteriores en Orchard House —la «casa del huerto»—, la que fue vivienda familiar de los Alcott, y los interiores creados en estudio fueron cuidadosamente diseñados para ser fieles al período histórico.
Es indudable que la película narra la historia relatada en Mujercitas, el libro compuesto por las dos novelas escritas por Alcott.