Mugilidae

Esta familia está compuesta por especies que habitan tanto en ríos como en mares, con una distribución geográfica que abarca las regiones costeras de los océanos templados y tropicales alrededor del mundo.

[2]​ Su boca es moderadamente grande, generalmente sin dientes o con dientes muy pequeños, y poseen un sistema digestivo adaptado a su dieta, con un estómago musculoso y un intestino extremadamente largo, lo que les permite procesar su alimentación de manera eficiente.

[2]​ En cuanto a su comportamiento, las lisas suelen formar grandes cardúmenes, los cuales migran en busca de alimentos.

Se alimentan principalmente de pequeñas algas, diatomeas y detritos orgánicos presentes en los sedimentos del fondo marino, lo que las convierte en importantes filtradoras de nutrientes en los ecosistemas acuáticos.

El registro fósil más antiguo de las lisas data del Oligoceno, a mediados del Terciario, lo que indica que esta familia ha estado presente en los ecosistemas marinos y de agua dulce durante un extenso periodo geológico, adaptándose a diversos entornos a lo largo del tiempo.

El costado del pez está cubierto de grandes y brillantes escamas ctenoides.

Sus intestinos son muy largos, alcanzando hasta ocho veces la longitud del cuerpo.

[4]​ Un comportamiento notable común en las lisas es la tendencia a saltar fuera del agua.

Por ello, se clasificaron dentro de las espinosas en un orden aparte, los Mugiliformes; otros científicos incluyen a las lisas en las percas (Perciformes).

También desempeñan un papel en la salud del ecosistema, lo que las hace valiosas no solo económicamente sino también ecológicamente.

Se capturan utilizando diversos métodos como redes, trampas y, en algunos casos, por pesca deportiva.

La acuicultura ayuda a satisfacer la demanda de lisas mientras reduce la presión sobre las poblaciones silvestres.

Las lisas también son importantes ecológicamente ya que ocupan varios hábitats, incluidos estuarios y aguas costeras.