Mufarriŷ ibn Dághfal ibn al-Ŷarrah

Pese a haber sido vencido y tener que exiliarse en varias ocasiones, en la década del 990 logró controlar con su tribu un amplio territorio de Palestina en torno a Ramla (sede del Yund Filastin), con la venia de los fatimíes.

Esto coincidió con el fallecimiento de Mufarriŷ, que quizá pereciese envenenado; sus hijos se apresuraron a pactar con los fatimíes.

Uno de ellos, Hassan ibn Mufarriŷ al-Ŷarrah, sucedió a su padre como jefe tribal y desempeñó un papel destacado en la política regional en las décadas siguientes.

Mufarriŷ recogió a Alptekin y lo alojó en su casa; mientras este se reponía del trance en el desierto, Mufarriŷ lo delató al califa fatimí a cambio de cien mil dinares, recompensa que el señor fatimí había prometido por la captura del fugituvo.

No obstante, el general rebelde al-Qassam, en cuyo poder se encontraba entonces la ciudad, les hizo retirarse.

Al haber vencido a sus rivales, la Tayy era ya la primera potencia beduina de la zona, para disgusto de los fatimíes, cuya autoridad no reconocían; en la práctica Mufarriŷ y sus partidarios actuaban con independencia.

[8]​ Pronto se rompió el pacto entre Mufarriŷ y al-Fadl y el general fatimí acometió a los Ŷarrahíes; Mufarriŷ logró convencer al califa al-Aziz, sin embargo, para que ordenase al general que cesase su hostigamiento.

Pese a la hospitalidad de Bakjur, los Tayy optaron por continuar su camino hacia el norte y solicitaron entrar al servicio del emperador bizantino.

[7]​ En el 992 al-Aziz invitó a Mufarriŷ a participar en la campaña contra Alepo, que había encargado al general turco Manjutakin, aunque no está claro si Mufarriŷ finalmente participó en esta campaña y en otras posteriores, pues las fuentes no lo mencionan de nuevo hasta el 996.

Mufarriŷ tomó partido por Manjutakin y combatió junto a él en la batalla disputada a las afueras de Ascalón, en la que venció el general bereber Sulaymán ibn Ŷa'far ibn Fallah.

[7]​ En el 1011, Abu'l-Qasim al-Husayn, hijo del ajusticiado Abu'l-Hasan Ali ibn al-Husayn al-Maghribi, huyó a Palestina y buscó cobijo en el campamento de Hassan ibn Mufarriŷ.

La ciudad cayó en sus manos y fue saqueada por los beduinos, a los que se había concedido permiso para tomar botín.

Al llegar a esta en septiembre, fue recibido con alborozo por los beduinos y el rezo del viernes se hizo en su nombre.

[20]​[22]​ Pese a su corta duración, la etapa de dominación beduina en Palestina tuvo hondas y funestas consecuencias para la región.

Ali y Mahmud se rindieron al tiempo que fallecía su padre, probablemente envenenado por agentes del califa.

A partir del 1024, encabezó una serie de rebeliones, en liga con los cristianos palestinos y los bizantios.

El Levante en los primeros siglos de la época islámica (división provincial de los siglos IX y X .