Muerte sin fin es un poema del poeta tabasqueño José Gorostiza publicado por primera vez en 1939.
Se afirma que la génesis de este poema se encuentra en el titulado Primero sueño, de la poetisa jerónima sor Juana Inés de la Cruz,[2] por quien el poeta sentía gran admiración, tal como lo hicieron otros grandes poetas tales como Xavier Villaurrutia y Jorge Cuesta.
Aunque podemos encontrar algunas similitudes entre ambos poemas, Muerte sin fin resulta menos optimista y sor Juana se ve más como vigía.
Entre estos compositores se encuentran el mexicano-alemán Gerhart Muench y el español Mauricio Sotelo, quien además ve en Sor Juana, en Gorostiza y en Rulfo, representantes de un alta cultura mexicana, pero también en José Alfredo Jiménez y en las tradiciones populares donde se encuentra un ancestral pasmo y enamoramiento de la muerte.
De esto mismo también pueden encontrarse rastros en poetas tan disímbolos y separados en el tiempo como Xavier Villaurrutia y Netzahualcóyotl y Tecayehuatzin, hilo conductor del libro Resonancias del abismo como nación (UNAM, 2021), de Gabriel Pareyón.