Muerte por mil cortes

La muerte por mil cortes, también llamada muerte de los mil y un cortes o muerte de los cien pedazos (en chino, Ling Chi o Leng T’ché) fue una forma de suplicio chino utilizado hasta principios del siglo XX para ejecutar penas de muerte.

La práctica consistía en desnudar al reo y atarlo a un poste, infligiéndole una multitud de cortes que podía variar entre varios cientos o incluso tres mil.

Finalmente se descuartizaba al reo, el cual, si era favorecido por la compasión o el soborno, era a veces previamente drogado con opio y atado a un poste.

Los pedazos del cuerpo eran depositados ante el reo, que era mantenido con vida hasta terminar con una decapitación o la extracción de un órgano vital.

Por su empeño en fortalecer a sus compañeros de cautiverio en la fe, y sobre todo por intentar convertir incluso a sus captores, los piratas le torturaron y asesinaron de este modo: El historiador Angel Castaño, comentando sobre la muerte de Fray León, hace además las siguientes observaciones:

Ilustración de la tortura y ejecución de un misionero francés en China por el método muerte por mil cortes, en la revista francesa Le Monde Illustré del 27 de febrero de 1858.