Se le ha considerado uno de los padres del luminismo valenciano, aunque no ajeno a los preceptos románticos y simbolistas.Allí cursó diversas asignaturas entre 1852 y 1859, destacando en la dedicada a la pintura de paisajes que impartía por aquel entonces el profesor Luis Téllez-Girón Belloch (1808-1878), aunque más importante en este aspecto fue quizá su amistad con Rafael Montesinos Ramiro (1811-1877), también profesor en la Real Academia de San Carlos.También acudió a exposiciones internacionales, como las Universales de Filadelfia (1876), Múnich (1883) y Chicago (1893).En cambio, la obra La sorpresa si sugiere un tratamiento en el que la espontaneidad y la congelación del gesto son las claves del relato, en la línea de lo que hacía Ferrándiz y Fortuny.[cita requerida] En Málaga contrajo matrimonio y en 1872 nacería su único hijo Joaquín.Finalmente el cargo lo obtiene José Ruiz Blasco, ya que pesó más el argumento de que eran cargos creados para profesores en formación y Degrain ya era un consolidado y prestigioso artista.En 1881 obtuvo una medalla por el lienzo titulado Otelo y Desdémona que le propició una pensión del Gobierno para la Academia de España en Roma y en octubre de ese año se traslada a Italia siendo sustituido por Leonardo Camps, nombramiento que concede el Ministerio sin contar con la Academia con el consiguiente desacuerdo de la misma.No es necesario explicar en qué consideración tenía el Ayuntamiento a Muñoz Degrain, cuyo vínculo permanente con Málaga le había valido que en 1911 le nombraran Hijo adoptivo de la ciudad, correspondiendo él con la entrega de la obra Un drama en Sierra Nevada, en sustitución de esa otra que en 1879 le compra el Ayuntamiento.La Academia le organiza un recibimiento para el que Federico Bermúdez Gil propone que sea exposición homenaje, sumándose César Alvárez Dumont a la propuesta y ofreciendo la colaboración de la Escuela de Artes y oficios como centro en donde ejerció la docencia el pintor.Fue decisión propia de Muñoz Degrain realizarlo y regalárselo al Ayuntamiento, como se expone con clara constancia en la correspondencia que cursó con el alcalde de Málaga en esos años, José Gálvez Ginachero.Se inicia en la pintura de historia, siguiendo las estrictas reglas academicistas con sorprendente fidelidad.En principio sus obras tienen una cuidada composición y cierta factura preciosista influencia sin duda de su maestro Rafael Montesinos.Sin embargo, la prudencia de sus estructuras compositivas choca con el subjetivismo y colorido que lo sitúan en la vanguardia del paisajismo en España, y es por ello que su obra se encuentra a medio camino de los movimientos pictóricos europeos más innovadores.
Paisaje del Pardo al disiparse la niebla
, 1866. Pintura al óleo. Actualmente en
Museo del Prado
.