Moya (Gran Canaria)

Por otra parte, Moya es cuna del poeta modernista canario Tomás Morales, cuya casa natal ha sido reconvertida en museo.

Algunos autores lo suponen una voz aborigen, siendo para el filólogo Ignacio Reyes el nombre dado por los canarios a diferentes especies de plantas de los géneros Asteriscus o Pulicaria desde una forma primaria (a)Măyo.

[5]​ La cabecera municipal se localiza a 543 m s. n. m.,[5]​ alcanzándose la cota máxima del municipio en la montaña de los Moriscos a 1 770 m s. n. m.[6]​ El municipio posee un clima seco semiárido cálido según con la clasificación de Köppen.

[8]​ Barranco Oscuro y Los Tilos son además Zonas Especiales de Conservación —ZEC— incluidas en la Red Natura 2000.

La ermita construida a fines del siglo xv bajo la advocación de la Candelaria, de reducido tamaño y materiales de piedra y barro con techo a dos aguas, una pequeña campana y planta de una nave, fue reemplazada en 1673 por una nueva iglesia que, aunque sometida a diversas reconstrucciones, permaneció en pie hasta su sustitución por el templo moderno a mediados del siglo xx.

El alcalde no fue nombrado hasta fines del siglo xvi, añadiéndose a su gestión en 1766 dos diputados del común, un síndico personero y un fiel de fechos, elegidos mediante compromisarios electos por los vecinos.

Administrativamente, el término municipal se divide en los siguientes barrios y sus respectivos núcleos: La economía se basó en la agricultura, actividad a la que se dedican a fines del siglo xviii unas 5 000 fanegadas (3 500 de regadío), incrementadas con las repartos y datas efectuadas en la Montaña durante el siglo xix y que suscitaron una importante conflictividad con los pueblos circunvecinos de Teror, Arucas y Firgas.

A fines del xviii se desarrollan ciertas actividades artesanales como la alfarería, cestería, manufactura textil y labores de ebanistería, a lo que se unen los molinos harineros levantados en los barrancos de Azuaje y Moya.