Corriente Sadr

Desde 2017 su popularidad ha ido en aumento y actualmente es la fuerza política más votada en el parlamento iraquí.Con este escenario, el movimiento chií liderado por Sadiq al-Sadr, encontró un amplio espacio político donde medrar y recabar apoyo social de un sector social, el chií, tradicionalmente excluido y marginalizado de la vida pública iraquí.Asimismo, políticamente las raíces del sadrismo se hallan en el Partido Islámico al-Dawa, fundado en 1958 por Baqir al-Sadr tras reinterpretar ciertos preceptos del chiismo vinculados al ascetismo y dotarles de un significado de rebeldía e insumisión política.[2]​ Así, al-Dawa asentó las bases para la aparición del Movimiento sadrista en calidad de una suerte escisión respecto al primero.Esta escisión asentó las bases para la erección del futuro Movimiento sadrista; la influencia de Baqir al-Sadr, así como su apelación hacia la comunidad chií para adoptar la ley islámica y su rechazo hacia el Gobierno Baaz posicionó a Baqir al-Sadr como un símbolo de resistencia al Estado.Los principales líderes fueron arrestados, el movimiento político chií desarticulado y Baqir al-Sadr junto a su hermana ejecutados[1]​.La llegada de Sadiq al-Sadr significó un gran avance en la evolución del Movimiento sadrista, el cual iba expandiéndose cada vez más por la sociedad iraquí.La estrategia del nuevo dirigente sadrista se orientó hacia la reformulación del activismo chií con el fin de convertirlo en un movimiento efectivamente vinculado con su base social y lo suficientemente resiliente a la políticas represivas a través de una estructura organizativa construida sobre pequeñas organizaciones clandestinas que sirvieran de apoyo a la estructura central y la conectasen con su base social.La revuelta fue rápidamente aplastada por el Estado, pero la situación forzó a Sadam Hussein a relajar las políticas sectarias aplicadas hasta ese momento, planteando la inclusión en el gobierno de algún líder chií; Sadiq al-Sadr fue visto por el régimen como la figura más apta para ello en 1992, mismo año que es liberado de prisión, pasando a ocupar un alto cargo clerical.[4]​ Sin embargo, lejos de la imagen del Movimiento sadrista verse perjudicada, una imagen caracterizada por su actitud militante frente al quietismo del estamento clerical chií y su oposición al régimen, su figura y el movimiento salieron reforzados.Al asesinato de Sadiq al-Sadr le sucedieron protestas por todo el país que rápidamente fueron sofocadas.En la medida que Baqir al-Sadr no fue elegido ayatolá iraquí, el propio Movimiento sadrista se fue dotando de sus propias estructuras políticas y religiosas, así como tejiendo sus vínculos particulares con los sectores urbanos y rurales-tribales[1]​ Con ello, el Movimiento sadrista marcaba claras diferencia con el estamento chií tradicional y su indiferencia hacia la situación política.Destacan entre otras tantas los colegios religioso, los hospitales y los centros de caridad; todas ellas creadas a iniciativa del propio Movimiento sadrista.[3]​ La ligazón establecida entre los sectores chiíes urbanos pauperizados y los líderes tribales más influyentes del país aseguró al sadrismo la presencia a lo largo de todo el Estado iraquí.Una presencia, por otra parte, completamente vedada al resto de organizaciones chiíes dado su reticencia a aplicar la innovación sadrista descrita.Con su discurso, el sadrismo defendió la ley islámica como una forma de vida para los iraquíes fieles, se opuso a la presencia extranjera en el país y declaró ilegítimos los mandatos de aquellos líderes chiíes no nacidos en Iraq.[10]​ Tal acuerdo, aunque no implicó una derrota política para Muqtada al-Sadr, fortaleció la posición del Ayatolá dentro de la comunidad chií.[11]​ La nueva posición dentro del ejecutivo permitió a los sadristas desarrollar de forma más sostenida y eficaz las políticas sociales que hasta ese entonces habían venido realizando.[4]​ Sin embargo, el incremento de las tensiones entre suníes y chiíes para 2006 socavó la estabilidad del nuevo consenso alcanzado y las tensiones terminaron desembocando en un nuevo ciclo de violencia que duró hasta 2007.Asimismo, la secularización del Movimiento sadrista responde por otro lado a la derrota en el campo teológico frente al Ayatolá Ali al-Sistani tras el alto al fuego de 2004, quien desde ese entonces se convirtió en cabeza religiosa chií indiscutida e incuestionada.Pero más allá de su importancia en los asuntos regionales, dichos comicios eran vistos como decisivos para la estabilización gradual del país y para la distribución del poder entre las diferentes facciones políticas; además de ejercer una poderosa influencia sobre las próximas elecciones generales nacionales.Para participar en éstas elecciones, el Bloque Sadr formó una coalición electoral con otros grupos más pequeños; esa coalición se llamaba Lista del Movimiento Independiente Libre (también fue denominada Tendencia Independiente de Liberales).Particularmente dolorosa fue su derrota en las dos provincias más pobladas e importantes del país, Bagdad y Basora.Los 32 diputados restantes fueron para fuerzas minoritarias que sumaron en su conjunto poco más del 13% de los votos.
Partidos ganadores por distritos en las elecciones legislaivas de Iraq en 2021.