Monumento fallero

Una falla o monumento fallero es una obra artística, satírica y efímera generalmente de grandes dimensiones (entre tres y veinte metros de altura, aunque pueden ser mayores) con figuras llamadas ninots, las cuales rodean una o más figuras centrales (llamados remates) que se plantan en las calles durante la fiesta valenciana (España) de las Fallas.

En el Libro de los Hechos (en valenciano: Llibre dels feits), se cita que las tropas del rey Jaime I, llevaban fallas para iluminarse.

Es la creación de los primeros muñecos, muy rudimentarios, con carteles escritos, con un fin burlesco y satírico.

De a menudo estas críticas llegaban al poder municipal, en la iglesia o el estado.

Esta etapa llega desde el inicio, incierto en el tiempo de la fiesta, hasta las últimas décadas del siglo XIX.

Su el elaboración tiene mucho más trabajo, podemos decir que nace la figura del artista fallero.

Esta técnica permitió levantar monumentos más altos y llega prácticamente hasta nuestros días, donde aún se realiza, especialmente para los muñecos más pequeños y las fallas de menos presupuesto.

Estos nuevos materiales hacen que los monumentos sean más ligeros y los artistas falleros se pueden arriesgar a crear formas atrevidas e innovadoras.

En un principio servían para criticar hechos que ocurrían en los barrios o temas de marcado carácter local.

Los monumentos falleros reciben diferentes premios según las categorías de la falla y la temática.

Falla de Valencia.
Esta imagen es una fotografía de una fiesta popular española
Monumento fallero en Valencia durante la plantá .
Ninot en homenaje a Manolo Martín López, realizado en el monumento de Na Jordana de 2011, realizado por su hijo Manuel Martín Huguet con diseños de Sento Llobell .
Fotografía de una falla infantil (Primer premio de 2008).