Fue levantado en 1940 a raíz de la participación del general Antonio Sagardía Ramos y la 62.ª División en la ofensiva del Norte como parte de la sublevación militar de 1936 y su entrada a la ciudad de Santander en 1937.
[2] El monumento se construyó tras finalizar la guerra civil en 1940 por la intervención del general Antonio Sagardía Ramos y la 62.ª División del Ejército de Navarra en la ofensiva del norte.
[1] Una vez terminado el conflicto, la propaganda franquista mandó a levantar la estructura en 1940, diseñada por los arquitectos Eduardo Olasagasti y José Antonio Olano y cuya obra estuvo a cargo de construcciones Altuna.
[1] En el mismo año se editó un libro autobiográfico de Sagardía, donde se lee lo siguiente en el prólogo:[2] El monumento consiste en un macizo de hormigón y mármol que representa a un águila imperial preparada para alzar el vuelo,[4][5] situada sobre una base que recoge en inscripciones a los miembros de la 62.ª División y las batallas que libraron, así como un lema típico del franquismo: «¡Presente!».
[6] El conjunto también presenta una lápida conmemorativa en el suelo y dos columnas que flanquean la entrada.