El cercano monte Yamanlar, situado sobre el golfo de Esmirna, es en realidad un volcán extinguido con un lago de cráter en la cima y una formación geológica distintiva.Posteriormente, se lo llamó «Sípilo en Lidia» en la mitología griega, la cual también conocía a la diosa como Meter o Meter oreie (Madre de la montaña) o, a partir de este monte sagrado, Sipylene.Su hija fue Níobe, a la que se asocia la «Roca que llora» (en turco, Ağlayan Kaya), formación natural orientada hacia la ciudad de Manisa.También se cita la roca con otro nombre, incluida en la literatura internacional, que es Taş Suret (la «Cara de Piedra»).Actualmente, el Parque nacional de Spil Dağı atrae a numerosos turistas.
«Roca que llora» de Níobe.
Vista general desde el norte, desde la llanura de Manisa.