Son considerados volcanes extintos todos aquellos volcanes que son visibles actualmente en la superficie terrestre y que no han dado muestras de actividad volcánica durante un periodo de dos años,[1] independientemente de que en algún momento futuro vuelvan a entrar en actividad.
Es fácil distinguir entre un volcán extinto y un volcán inactivo latente, si se tiene en cuenta que debemos considerar los largos períodos de tiempo geológico en que tienen lugar estos fenómenos.
Por lo tanto, un volcán sólo puede ser considerado como probablemente extinto si su última erupción se remonta cientos de años atrás.
Para llegar a una estimación razonable de la probabilidad de nuevas erupciones en el futuro se requiere un análisis detallado de la actividad volcánica durante la vida útil del sistema volcánico.
Los principales parámetros a considerar son las distancias entre las erupciones pasadas y la duración de las interrupciones.