El constante proceso erosivo ha dejado al descubierto importantes estratos piroclásticos y una característica duna fósil en la base de la estructura.
Ya con carácter menos representativo se encuentran especies vegetales que ocupan las zonas más afectadas por la acción de las mareas.
Análogamente a como ocurre en el apartado de la vegetación, este ecosistema no presenta una abundante representación faunística.
No obstante, en estos términos, habría que destacar especialmente la presencia de cernícalos (Falco tinnunculus).
También habitan otras dos especies de aves como las currucas tomilleras (Sylvia conspicillata orbitalis) o las palomas bravías (Columba livia).