Moneda de reserva

Esto permite al país emisor la compra de productos a unas tasas marginalmente más baratas que otras naciones, que tienen que cambiar sus monedas con cada compra, incurriendo en unos costes de transacción (para las monedas más importantes, este coste de transacción es inapreciable con respecto al precio del producto).

Desde entonces su contribución a las reservas oficiales se ha incrementado continuamente dado que los bancos (China, Rusia) quieren diversificar sus reservas y debido a que el comercio en la eurozona continúa expandiéndose.

La libra esterlina fue la principal moneda de reserva durante la mayor parte del siglo XIX y parte del XX (Aunque durante este período el principal bien utilizado como reserva no eran monedas extranjeras sino el oro).

A mediados de 2006 era la tercera moneda más usada como reserva, habiéndose observado un resurgimiento en su popularidad en años recientes.

[7]​ El yen japonés fue considerado como la tercera moneda de reserva más importante durante algunas décadas entre mediados y finales del siglo XIX, pero recientemente ha entrado en decadencia debido a unas tasas de interés que se han mantenido en cero durante años debido al peligro de la deflación en Japón y a la crisis económica sufrida por el país, por lo que ha sido sobrepasado por la Libra Esterlina.

Gráfico de las monedas de reserva a nivel global
Dólares estadounidenses
Dólares estadounidenses
Billetes de euro.