El dinero en efectivo puede considerarse como un título de deuda (contra el estado o emisor) que no obtiene intereses.
Como contrapartida a tal emisión de efectivo, el emisor generalmente adquiere activos que sí devengan intereses, como reservas de divisas, títulos públicos y préstamos a los bancos privados.
Como resultado de la emisión de deuda que no devenga intereses (efectivo) y el mantenimiento de activos que sí los devengan (reservas sobre el exterior, entre otros), el banco central obtiene unas utilidades brutas que los bancos centrales a menudo llaman también señoreaje.
Por tal motivo, la corriente anual de señoreaje se mide frecuentemente por el incremento del llamado dinero primario o base monetaria (el dinero en efectivo más las reservas de los bancos).
Aunque Estados Unidos no ha suscrito ningún acuerdo con Panamá ni con ninguna otra economía legalmente dolarizada, en el Senado de Estados Unidos se han presentado algunas propuestas que prevén legislar el reembolso del señoreaje.