[1] El rey Fernando el Católico solicitó la cesión del convento de las Trinitarias, accediendo al deseo de sor Isabel de Villena, pero esto no llegó a consumarse y el monasterio permaneció abandonado hasta 1491.
Durante la Guerra de la Independencia Española, los frailes abandonaron el convento convirtiéndose en un hospital.
En 1813, vuelven los frailes y ya en la desamortización, los extensos pinares pasan a manos del Estado.
En 1835, los frailes vuelven a abandonar el convento, regresando nuevamente en 1878 declarándolo colegio de misiones para Tierra Santa y Marruecos en 1889 bajo el patronato de la Real Corona.
Se ha instalado un museo con obras y documentos interesantes, aunque hay que señalar que fundamentalmente, es un lugar de estudio y oración, ofreciendo el servicio de hospicio.