[1] Como ocurría a menudo con las primeras instituciones cristianas, el monasterio fue emplazado en una antigua construcción pagana, un templo de Apolo que coronaba la colina, rodeada por un muro fortificado por encima de la pequeña ciudad de Cassino, aún en gran parte no cristiana por aquel entonces, y que había sido asolada hacía poco por los godos.En Montecassino escribió la Regla de San Benito, la cual se convirtió en el principio fundador para la práctica monástica en Occidente.En el año 577 los lombardos saquearon la abadía y los monjes supervivientes huyeron a Roma, donde permanecieron durante más de un siglo.Entre los grandes historiadores que trabajaron en el monasterio, en este período, están Erchemperto, autor de la Historia Langobardorum Beneventanorum, la cual es una crónica fundamental del Mezzogiorno del siglo noveno.Los edificios del monasterio fueron reconstruidos en una escala de gran magnificencia, trayendo artistas desde Amalfi, Lombardía e incluso desde Constantinopla, para supervisar las variadas obras.La iglesia de la abadía, reconstruida y decorada con sumo esplendor, fue consagrada en 1071 por el papa Alejandro II.Por la gran previsión del teniente Julius Schlegel (oficial católico nacido en Viena) y el capitán Maximilian Becker (quien era protestante), ambos pertenecientes a la División Hermann Göring, estas obras, así como otras obras de arte que se encontraban allí, por ejemplo obras de Da Vinci, Tiziano o Rafael, fueron todas transferidas al Vaticano al comienzo de la batalla.
Altar de la basílica.
Nave
Montecasino en ruinas después del bombardeo aliado, en febrero de 1944.