Ese mismo año, 1886, Eduardo Toda dividió la colección y regaló una parte de los objetos al reciente museo vilanovense que había fundado su amigo Víctor Balaguer y el resto lo cedió al Museo Arqueológico Nacional de España.
De este sepulcro pertenece la momia Nesi donada al Museo Víctor Balaguer.
La traducción de los jeroglíficos fueron llevada a cabo por el mismo Eduardo Toda, y sería: "Palabras de la diosa Nut: Estoy aquí para protegerte y me extiendo sobre tuyo rechazando todos los males".
En una ficha elaborada por Maria Biscarri se determina que, a partir de las imágenes extraídas de la momia, se puede observar la totalidad del esqueleto que está formado por huesos dislocados a nivel del tronco.
Por ejemplo, Neisis puede traducirse cómo «él (o ella) pertenece a Isis», Nesptha cómo «él (o ella) pertenece a Ptah», etc.[11] Por lo tanto, Nesi sería la abreviatura de un nombre más largo.
Debido a su fragilidad, en 1986 la Biblioteca Museo Víctor Balaguer, en colaboración con el Getty Research Institute y la empresa de servicios Método, procedieron a mantener la momia en una nueva vitrina, dado que sufría problemas de conservación.
La nueva vitrina, sellada herméticamente, posee unos sensores que miden los niveles de oxígeno, humedad relativa y temperatura.
Al ser una pieza tan peculiar, la momia Nesi se ha convertido en un símbolo popular de Villanueva y Geltrú.