Actualmente es el Centro de Interpretación Histórica y Natural del municipio.
Fue uno de los primeros edificios construidos en la zona llana del río, y funcionó primero como molino productor de harina y más tarde, a principios del siglo XX, cambió su actividad a bodega y almacén de vino.
Con este objetivo, se creó un nuevo espacio destinado a acoger una gran rueda vertical.
La harinera se mantuvo en funcionamiento hasta el principios del siglo XX.
A partir de ese momento, la familia Maciá puso fin a la actividad molinera del recinto y lo convirtió en un almacén de vino.