Este tipo de interferencias, ya sean constructivas (suma) o destructivas (cancelación), vienen dadas por la interacción entre las ondas incidentes y reflejadas dentro del recinto.
[1][2] Ejemplo: Supongamos una sala cerrada, formada por superficies no absorbentes paralelas entre sí, que posee en su interior una fuente omnidireccional emisora de música (Recordemos que ésta se compone a base de tonos periódicos complejos).
Las ondas sonoras serán reflejadas en las paredes, el suelo y el techo, de forma que toda aquella frecuencia con una longitud de onda igual a la distancia del recorrido efectuado entre una superficie y su paralela pasará a convertirse en una onda estacionaria que, al entrar en fase con las que están siendo emitidas, se sumará provocando un aumento de nivel en esa frecuencia específica y dando lugar a la coloración de la sala.
El frente de onda se propaga según los tres ejes del recinto (dos paredes, nulos dos cosenos directores), es decir tienen su origen en cada uno de los planos limitantes (nx, 0, 0); (0, ny, 0) y (0, 0, nz).
El frente de onda se propaga paralelamente a una arista (cuatro paredes, con un coseno director nulo), es decir tienen su origen en cada una de las tres aristas (nx, ny, 0); (nx,0, nz) y (0, ny, nz).
No obstante, existe un caso concreto en el que el cálculo de modos propios no entraña una gran complicación, y es cuando se trata de un recinto paralelepípedo compuesto por superficies totalmente reflectantes.
El análisis de espectro es el proceso técnico mediante el cual podemos descomponer una señal compleja en partes más simples.
Para ello empleamos lo que se conoce como un analizador de espectro.