Reflexión (sonido)

Una onda se refleja ("rebota" al medio del cual proviene) cuando se encuentra con un obstáculo que no puede traspasar ni rodear.

Algunos ejemplos de ello son el eco y reverberación.

En acústica esta propiedad de las ondas es ampliamente conocida y aprovechada.

No solo para aislar, sino también para dirigir el sonido hacia el auditorio mediante placas reflectoras (reflectores y tornavoces) a esto se le puede llamar acústica sonora porque cuando el sonido choca contra una pared las ondas sonoras se esparcen por esa pared y por los raíles de la que lo forman, es decir, que cuando choca el sonido contra algo, todo lo demás lo oye y las ondas se esparcen.

El "eco" es un sonido reflejado, el cual para que sea posible escucharlo, se necesita que la fuente sonora se encuentre por lo menos a 17 metros de distancia respecto de un obstáculo donde la onda ha de rebotar.

La línea amarilla es el sonido directo, las otras líneas son algunas de las primeras reflexiones.