Como hijo del tlatoani Huitzilíhuitl, asumió el mando del ejército en 1417, cargo que mantendría durante los reinados de su medio hermano Chimalpopoca (1417-1427) y su tío Itzcóatl (1427-1440).
[2] Con estas victorias pudo afianzar un poder absoluto, teocrático, frente a la predominante influencia de la nobleza militar y sacerdotal.
Sin embargo, le fue imposible evitar que una serie de catástrofes naturales, tales como inundaciones y hambrunas, devastaran sus dominios, lo cual terminó recayendo en una nueva ola de sacrificios humanos.
A partir de 1456, cuando todos los impedimentos se vieron superados, el Estado mexica recobró la prosperidad y su capital, Tenochtitlan (actual Ciudad de México), se encontró con una época de esplendor económico y artístico sin precedente alguno.
Organizó un sistema de tributos que permitió a Tenochtitlan convertirse en una ciudad muy poderosa.