Mitógrafo Vaticano

Los lectores posteriores separaron un Segundo y Tercer Mitógrafo Vaticano, cuyos textos también estaban representados en otras tradiciones de manuscritos.Aunque no se citaba directamente a ningún autor clásico, destacan dos fuentes principales: Servio y el escolio sobre Estacio.[3]​ Sus Testimonia, fuentes y pasajes paralelos, suponen documentos claves para trazar la transmisión de la cultura clásica al mundo medieval, que es un tema principal en la historia del pensamiento occidental.El Segundo Mitógrafo Vaticano y el Tercer Mitógrafo Vaticano se distinguen por el hecho de que sus textos, que aparecen en el manuscrito vaticano publicado por Mai, también existen en otros manuscritos: diez del Segundo y más de cuarenta del Tercero, que es el único autor con una posible identidad, un Alberico, quizás trabajando en Londres.En 1947 los Mitógrafos Vaticanos fueron descritos como «fuentes muy engañosas que deberían usarse con mucha precaución».