Misión jesuita en China

Esta presencia les permite fundar en 1542 una misión en Goa que será el punto de partida y control para exploraciones más alejadas.

En 1582, Michele Ruggieri y Matteo Ricci son los primeros jesuitas que obtienen permiso para entrar en China.

En 1601, se instalan en Pekín donde Matteo Ricci, gracias a sus conocimientos en ciencias y sobre todo en lengua china, es aceptado rápidamente en los círculos eruditos de la ciudad.

Escribe numerosas obras para promover y dar a conocer la religión cristiana al pueblo chino.

Se puede dividir el período de la primera misión jesuítica en China (1582 a 1773) en tres partes.

En 1705, un incidente con el emperador Kangxi pondrá freno a la propagación del cristianismo en China.

Las provincias más alejadas no se quedan sin control, cuentan con un sistema de inspección.

Tras la asunción del poder efectivo por el propio emperador Kangxi, los jesuitas volverían a tener una posición de prestigio.

Pero la Iglesia amenaza con la excomunión a los misioneros que reconozcan una compatibilidad entre el dogma católico y los ritos confucianos.

Esta confrontación refuerza la opinión china según la cual los extranjeros deben permanecer bajo control estricto del emperador.

Extiende las fronteras del imperio chino y se muestra firme hacia los occidentales.

Los países europeos dan la espalda a los jesuitas por esta herejía y poco a poco se van abandonando las misiones en el extranjero, particularmente las de China, cuyo mantenimiento suponía un alto coste económico.

Los misioneros abandonan China y su puesto lo ocupan comerciantes y diplomáticos que se ocupan más de otras cosas que del alma de los chinos.

Además, el confucianismo les parece la doctrina china que está más cerca de la Verdad.

Este último sería más idóneo a su modo de ver para la conversión y evitaría confusiones.

¿Cómo encontrar un término que no se confunda con conceptos o supersticiones locales?

En Japón, al existir escritura de tipo puramente fonético, se podían crear nuevas palabras.

Este mismo problema se daba para todas las palabras con significados abstractos, pero bien precisos, de ámbito doctrinal.

Piensan que al convertir a los dirigentes, el pueblo entero les seguirá.

Un método largo que debe establecerse y cuyos resultados no son visibles rápidamente.

Este segundo enfoque crea reacciones en el gobierno chino que no ve con buenos ojos la predicación al pueblo.

Para Matteo Ricci, estas academias son el lugar ideal para alcanzar a los doctos e introducirlos en la religión cristiana.

Para entrar en estas academias hay que tener buenos conocimientos científicos, y Ricci tiene el equipaje suficiente.

Misioneros jesuitas en China
Historia de las misiones jesuitas en India, China y Japón (Luis Guzmán, 1601)
Astrónomo chino en 1675.