Las autoridades serbias no se fiaron de este voluntario desconocido y le devolvieron a Austria, ejército con el que combatió en la Primera Guerra Mundial.
Colaboró en revistas como Plamen (1919, que cofundó con August Cesarec[1]), Kníishevna Repúblika (1924), Danas (1934), Pechat (1939), y fue fundador de las dos últimas.
Adquirió verdadera importancia con sus obras de teatro y novelas, donde, sin rehuir los temas políticos, despliega su propia visión del mundo que generalmente resulta chocante para la clase intelectual croata de la época.
Es autor de dramas: Gólgota (1922), Vuijak (1923), En agonía (1928), Banco Glembay Ltd.
Su estilo, vivo e incisivo, fue criticado por los conservadores, pero otros le consideran patriota y maestro de las nuevas generaciones.