Estos grandes barcos, muy veloces, suponían grandísimas inversiones que imposibilitaban participar con presupuesto privado.
Los navegantes no pueden tener ningún contacto con tierra ni solicitar asistencia, bajo amenaza de descalificación.
Sin duda, la Transat es una de las regatas más duras a las que puede enfrentarse un navegante.
El primer ganador fue Daniel Gillard, con un pequeño Serpentaire de serie llamado Petit Dauphin.
Los nombres más grandes de la vela contemporánea han sido regatistas de la Transat 6.50: Karen Lebovici, Gilles Chiorri, Alex Pella, Jean-Luc Van Den Heede, Yves Parlier, Laurent Bourgnon, Isabelle Autissier, Ellen MacArthur, entre otros, han participado en la Mini Transat.