Minería del oro

El oro, al ser más denso que la arena y la roca, se asienta en el fondo del recipiente.

El carbón activo tiene una superficie interna tan grande que quince gramos (media onza troy), podrían cubrir 18,000 m².

Se elimina el zinc con ácido nítrico o ácido sulfúrico, dejando la plata y/o barras de oro, que generalmente se funden en lingotes que luego son enviados a una refinería de metales para su transformación final con agua para convertirlos en metales puros en un 99,9999 %.

[2]​ Por amplia mayoría, los eurodiputados dictaron una resolución que cuestiona duramente la extracción de minerales con cianuro.

[3]​[4]​ Peticiones semejantes se dan en diversos países latinoamericanos como Argentina,[3]​ Uruguay y Perú, llevados adelante por organizaciones medioambiental.

Por otro lado los gobiernos de la región, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Ecuador, con la adhesión de Brasil, firmaron en Buenos Aires la Declaración Minera del Mercosur, que rechaza las restricciones comerciales e industriales impulsadas por la Unión Europea a actividades productivas como la minería.

Entre ellos están los galamseys (nombre de los trabajadores independientes en Ghana) cuya cantidad oscila entre 20,000 a 50,000.

A estos trabajadores se les llama Orpailleurs en los países francófonos vecinos.

Este procedimiento no solamente es nocivo para el minero que extrae el material, quien aspira parte de los vapores del mercurio eliminado durante el calentamiento, sino también para las zonas aledañas, pues el mercurio evaporado se condensa contaminando tierras y aguas.